HOT!

hot Estos días estoy asi, muy pegada a ese pensamiento pecaminoso... vos, yo...

sábado, 24 de noviembre de 2007


Un ladrón


Tienes en tus ojos la inocencia
esa que la humanidad perdió
Si el mundo entero supiera
que tu te la robaste...

Mereces todo el castigo del mundo
por quedarte con la ternura toda
por no compartirla con otros
solo conmigo

Me has convertido en cómplice
de tu delito, de tu robo
nos castigaran juntos
y moriremos tal vez.


Abrazados al oprobio eterno.
Condenados a la soledad infinita.
Solos los dos
y la inocencia robada.

En cada milímetro de mi piel

En cada milimetro de mi piel
Detesto tus cabellos.
Son rudos, cortos, escasos
pero juro que cada roce con ellos
en cada milimetro de mi piel,
desata incendios.

Odio tus labios.
por finos, asperos, inexpertos
pero te aseguro que tu soplo,
en cada milimetro de mi piel,
levanta vientos de ansia.

Rehuyo tus ojos
pequeños, poco profundos, inexpresivos
pero si me miras fijamente,
en cada milimetro de mi piel,
desnudas mis mas oscuras intenciones.

Me tocas y duele
tus manos son cortas y torpes,
pero si me tocas,
en cada milimetro de mi piel,
explota la pasion.

Presa del destino cruel.... Carta abierta a la fidelidad


Heme aquí otra vez, intentando de todas las formas posibles de deshacerme de éste pesado ropaje que no me deja respirar. Quisiera de cualquier modo no ser de ésta forma; prometer a cuanto ser se me cruce ser mejor, evolucionar, ser mas civilizada, pero es tan difícil...
Cómo aceptar la idea de una pertenencia exclusiva? Toda tuya o todo tuyo y solo tuya parece una idea tan simple... pero no lo es.
Mi alma es un alma vagabunda que necesita del arrobamiento de las palabras sensuales que te descienden a los infiernos y te queman en la pasión.
Cómo evitar el deseo de sentir que unas caricias furtivas me quemen la piel?
Cómo dejar de necesitar esas palabras lascivas que me hacen sentir la peor?
Será acaso que nunca podré calmar el súcubo que habita en mi?
Será que Lilith se apoderó definitivamente de mi carne?
Amada fidelidad, te ofrendo mi cuerpo pero nunca mi alma...